Impacto del consumo prenatal de cannabis en la salud materna
Investigaciones recientes han despertado un renovado interés en los posibles impactos del consumo prenatal de cannabis en la salud materna. En un gran estudio de cohorte retrospectivo “Prenatal Cannabis Use and Maternal Outcomes”, publicado el 22 de Julio de 2024 en JAMA, investigadores de California, EEUU, analizaron la asociación entre el consumo prenatal de cannabis y varios resultados de salud materna. Este estudio, en el que participa una muestra sustancial de un sistema sanitario con cribado universal del consumo prenatal de cannabis, proporciona información valiosa sobre cómo el consumo de cannabis durante el embarazo podría influir en el bienestar materno.
Este estudio incluyó 316.722 embarazos de 250.221 individuos únicos. Las características maternas fueron diversas: 26,5% asiáticas/isleñas del Pacífico, 6,3% afroamericanas, 26,3% hispanas y 37,4% blancas. Los detalles demográficos clave incluyeron que el 15.5% de los participantes eran menores de 25 años y el 9.1 por ciento estaban asegurados por Medicaid.
Algunos hallazgos de esta importante investigación incluyen:
Prevalencia del consumo de cannabis:
- El 6,3% dio positivo en las pruebas de detección del consumo prenatal de cannabis.
- 2,9% positivos por autoinforme, 5,3% por toxicología y 1,8% por ambos.
- Frecuencia: 0,6% diaria, 0,7% semanal, 1,5% mensual o menos.
Resultados de salud materna:
- Hipertensión gestacional: 14,7%
- Diabetes gestacional (DG): 11,7%
- Aumento de peso gestacional (GWG) inferior a las pautas: 16.0%
- GWG superior a las directrices: 58,8%
- Preeclampsia: 4,8%
- Eclampsia: 0,1%
- Placenta previa: 1,1%
- Desprendimiento de placenta: 1,3%
- Placenta accreta: 0,2%
- Morbilidad materna grave: 3,3%
Asociaciones con el consumo de cannabis:
- Mayor riesgo de hipertensión gestacional (aRR 1,17) y preeclampsia (aRR 1,08).
- Disminución del riesgo de DG (RRa: 0,89).
- Mayor riesgo de GWG menor (aRR 1.05) y mayor que las pautas (aRR 1.09).
- Mayor riesgo de desprendimiento de placenta (aRR 1,19).
- No hay asociación significativa con eclampsia, placenta previa, placenta acreta o morbilidad materna grave.
Frecuencia de uso:
Se encontró una relación dosis-respuesta con la hipertensión gestacional:
- Uso diario (aRR 1.24), uso semanal (aRR 1.21), uso mensual (aRR 1.03).
- Mayor riesgo de preeclampsia con frecuencia desconocida (RRa: 1,14).
- GWG inferior a las pautas: Uso semanal (aRR 1.09).
- GWG superior a las pautas: diario (aRR 1,06), semanal (aRR 1,07), mensual (aRR 1,06) y frecuencia desconocida (aRR 1,11).
- Desprendimiento de placenta: Uso mensual o menos (aRR 1,31).
- Menor riesgo de DG con el uso mensual (RRa 0,88) y frecuencia desconocida (RRaW 0,89).
Este estudio se destaca por centrarse en los resultados de salud materna más que en la salud de la descendencia, encontrando asociaciones críticas entre el consumo prenatal de cannabis y las afecciones maternas. Los hallazgos sugieren que el consumo prenatal de cannabis está relacionado con un mayor riesgo de hipertensión gestacional, preeclampsia, GWG anormal y desprendimiento de placenta, pero un menor riesgo de GD.
El estudio también subraya la importancia de tener en cuenta la frecuencia del consumo de cannabis. El uso más frecuente se asocia con riesgos más altos, lo que sugiere una posible relación dosis-respuesta. Curiosamente, los resultados del estudio contrastan con algunas investigaciones anteriores, que no encontraron asociaciones inversas o nulas entre el consumo de cannabis y afecciones como la hipertensión gestacional y la preeclampsia.
Los mismos autores mencionan que su estudio tiene varias limitaciones. La muestra consistió únicamente en pacientes embarazadas aseguradas de una gran organización de atención médica en el norte de California, lo que puede limitar la generalización de los hallazgos a pacientes sin seguro o que viven fuera de California. La detección del consumo de cannabis prenatal se realizó al comienzo de la atención prenatal, lo que no dejó claro si el consumo de cannabis continuó durante todo el embarazo. Aunque las pruebas de toxicología de orina se realizaron a una mediana de 9 semanas de gestación, existe una ligera posibilidad de que detectaran el consumo de cannabis antes del embarazo, aunque esto se considera poco probable.
Además, el estudio no evaluó detalles cruciales como el modo de administración de cannabis, la potencia, los productos específicos utilizados o las razones de uso. Las pruebas de toxicología de orina tienden a detectar el consumo intenso de cannabis de manera más confiable que el uso poco frecuente, y la ventana de detección puede variar según el modo de uso. Si bien el estudio ajustó muchas covariables, los factores de confusión no medidos aún podrían haber influido en los resultados. Por lo tanto, se necesita investigación adicional para determinar si las asociaciones encontradas son causales y para comprender cómo estas asociaciones podrían variar dependiendo del trimestre de uso, los modos de administración y la potencia del producto.
Este estudio retrospectivo proporciona una visión matizada de la relación entre el consumo prenatal de cannabis y los resultados de salud materna. Si bien sugiere riesgos potenciales asociados con el consumo de cannabis durante el embarazo, se necesita más investigación para determinar la causalidad y explorar los impactos de los diferentes modos de consumo, potencia y momento del cannabis durante el embarazo. Las personas embarazadas y los proveedores de atención médica deben sopesar cuidadosamente estos hallazgos al considerar el consumo de cannabis durante el embarazo, especialmente dado el potencial de impactos significativos en la salud tanto de las madres como de sus hijos.